Fauna y Flora
Una naturaleza privilegiada
Lozoya tiene todo su territorio bajo alguna figura de protección específica: desde el Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama, con 1.266 hectáreas de nuestro municipio incluidas en el Parque (siendo el tercer municipio madrileño en superficie dentro del mismo), pasando por la zona periférica de protección del propio parque, el plan de ordenación del embalse de Pinilla, LIC/ZEC Cuenca del río Lozoya y Sierra Norte, Montes de Utilidad Pública…llegando a solaparse en muchos puntos del término municipal varias figuras de protección.
Fauna
La riqueza y variedad de hábitats se traduce, también, en presencia, en nuestro valle alto del Lozoya, de una gran variedad de especies pobladoras o visitantes. Vamos a enumerar las más destacadas.
Mamíferos: corzo, cabra montés, jabalí, lobo ibérico, tejón, zorro.
Aves: cigüeña común, garza real, rabilargo, autillo, águila imperial ibérica, buitre negro, somormujo lavanco, mosquitero papialbo, pico picapinos, abejaruco
Anfibios y reptiles: lagarto ocelado, lagarto verdinegro, lagartija carpetana, lagartija colilarga, culebra de escalera, sapo corredor, sapo común, sapo de espuelas, salamandra común
Invertebrados: ciervo volante, mariposa apolo, Graellsia isabelae, Libelloides hispanicus, ditisco
Flora
El paisaje ofrece un magnífico mosaico con ejemplos de las formaciones vegetales del interior Peninsular, fruto del relieve, de los suelos y del característico clima (con matices mediterráneos, atlánticos y de montaña) y de la actividad humana que se aprecia en las zonas más o menos adehesadas artificialmente y en sus pastos.
Encinar y fresnedas ocupan las zonas de menor altitud, las primeras en laderas expuestas a solana (orientación sur-suroeste) con menos humedad, y los fresnos en zonas más frescas y con más agua.
Sabinar: contamos con un bosque relicto de sabinas de unas 80 hectáreas, en las que también hay presencia de encinas, enebro y roble. Lo podemos visitar en la ladera sur del monte de El Chaparral.
Matorrales: en zonas de deterioro o del bosque o de la antigua explotación agropecuaria, aparecen zonas colonizadas por especies de porte arbustivo con dominancia de zarzales y juncales (con parecida distribución que encinas y fresnedas en función de la humedad).
Robledal: un poco más arriba, entre los 1.200 a 1.700 mts. de altitud, encontramos las masas de roble melojo con presencia de acebos, abedules y tejos en zonas umbrías. El aspecto actual de nuestros robledales es herencia de la explotación (ganadera y carbonera) y de la repoblación con pinos.
Pinar: el pino silvestre ocupa una gran zona de altitudes entre 1.500 a 2.000 mts. Con la actuación humana (reforestación) ha arrebatado mucho espacio al robledal. En Lozoya aparece con presencia de enebro rastrero, que se hace más visible al aumentar la altitud.
Matorral de altura: subiendo hacia las cumbres, los pinos abigarrados (por el viento) dejan más espacio al enebro y al piornal serrano y a los pastos.
Pastos de cumbres: en los rasos (altiplanos) encontramos praderas de alta montaña con presencia de roquedos colonizados por líquenes serranos.